Bienvenidos al simulador

Si ya has jugado a algún simulador político, esto no será muy diferente a otros en los que hayas estado. Si es tu primera experiencia con este tipo de juegos, la cosa es bastante sencilla.

FDP/DDP

En primer lugar es necesario diferenciar entre dos planos: el FDP (Fuera del personaje) y el DDP (dentro del personaje). En FDP somos las personas reales que estamos frente a nuestro ordenador. En DDP somos personajes que actúan en un mundo no real (*España desde enero del 2009) que puede tener muchas coincidencias con la realidad pero en el que las actuaciones dentro del simulador pueden separarnos cada vez más de ésta.

Es muy importante no confundir nunca ddp con fdp.

Los jugadores

Cada jugador tiene que estar dentro de un partido, donde desempeñará su labor con su personaje directo (esto es: el nombre con el que esté en el simulador). Además, podrá usar personajes indirectos que compartirá con el resto de compañeros del partido. Los personajes indirectos pertenecen al partido; el personaje directo, sólo al jugador.

Para entrar a un partido tienes que presentar tu solicitud en "Currículos". Los jugadores del partido podrán aceptarte o rechazarte, aunque para esto último deberán explicar los motivos y convencer a la administración. Si una solicitud no fuese respondida en 48 horas, la administración la considerará aceptada y le dará al solicitante el nivel para acceder a la sede del partido. El único requisito para presentar la solicitud es haber completado el perfil con:

-Un nombre y un apellido (queda a criterio de la administración decidir sobre su validez en casos polémicos como apellidos tipo Hitler o Stalin, etc.)
-Una foto de una cara como avatar (de nuevo queda a criterio de la administración su validez)

Los partidos

En un principio contamos con los partidos existentes en la realidad de enero de 2009. Algunos están creados y otros se crearán si algún jugador quiere jugar dentro de él. No se crearán nuevos partidos salvo que:
-no exista ninguno de esa ideología
-se produzcan rupturas en los existentes (con la autorización de la administración)

La organización de los partidos se regirá por la Ley de Partidos (organización democrática, no colaboración con banda armada, etc.). La administración será árbitro en las decisiones en las que no haya acuerdo entre los diferentes miembros del partido, sin que sea suficiente con la mayoría. Esto es así para evitar que tres o cuatro jugadores entren en un partido y se hagan dueño de éste desalojando a quien haya estado dedicándole mucho tiempo.

El pueblo

En el simulador no existe una ciudadanía. La administración asume ese papel y determina las reacciones de ésta ante las actuaciones de políticos y partidos. Aunque la configuración ideológica sea más o menos la de la España del 2009, existe mucho margen para los cambios en función de lo que haga cada partido. El realismo nunca se impondrá al grado de participación, y la calidad de ésta, que tengan los jugadores.



La sociedad se dividirá en tres grandes bloques: izquierdas, centro y derechas. Aunque en el dibujo aparezcan del mismo tamaño, no siempre será así. Unos menguarán y otros crecerán. Los diferentes partidos políticos se ubicarán en alguno de estos bloques (izquierda, derecha o centro) sin que importe el nacionalismo, que lo reservaremos para determinadas regiones (aunque exista también un nacionalismo español) y de un modo más particular.

La ubicación del partido puede ser nominal (que digan que son de izquierdas, de centro o de derechas) pero la sociedad valorará más las acciones y actitudes que la mera palabrería. Dentro de cada círculo podéis ver que hay tercios: en el primero, en rosa, estaría la extrema izquierda (PCPE de la realidad). En rojo estaría la izquierda (IU de la realidad) y en verde la socialdemocracia (PSOE de la realidad). En celeste tenemos el centro (UPyD, según dicen) en otro azul tenemos a los liberales (que sería un centro-derecha) y en otro más oscuro la derecha (PP de la realidad). Finalmente, en negro, la ultraderecha (Democracia Nacional, por ejemplo).

Aunque los partidos se ubican en uno de los sectores, es posible llegar a abarcar dos (un PSOE más de izquierdas o una IU más moderada podrían ocupar el rojo y el verde, por ejemplo). Para conseguir tres tendrían que darse circunstancias excepcionales como una ruptura total entre izquierdas y derechas.

Antes decía que los bloques pueden cambiar de tamaño y que se rompa el equilibrio entre ellos. Esto viene condicionado por el trabajo de los partidos que se ubiquen en ellos. Si PCPE, IU y PSOE trabajan mucho, UPyD no trabaja nada y PP y DN trabajan poco, el círculo que representa a la izquierda crecerá mucho, el del centro menguará mucho y el de la derecha perderá a algunos de sus votantes pero tal vez encuentre a votantes del centro.

Sin embargo no todo es tan bonito para la izquierda en esa situación: crece el número de votantes para estos partidos pero todavía tienen que disputárselos. Aquí influirá nuevamente el trabajo -ahora de cada partido individualmente- y también las propuestas y acciones que más se ajusten a esos votantes.

Las actuaciones de los partidos serán valoradas periódicamente para que todos puedan saber cuáles son las previsiones para las elecciones. Serán fiables y las inmediatamente anteriores a la campaña electoral sólo podrán modificarse levemente dependiendo de cómo sea ésta (salvo que no se haga, lo que significará no obtener votos, lógicamente).