Las elecciones se celebrarán cada cuatro años ddp. La duración de la legislatura en fdp la decidirán los propios jugadores democráticamente (votación pública entre los jugadores que lleven un mes o más).
Tendremos generales y autonómicas (dependiendo de qué comunidades estén activas pero, en cualquier caso, todas en el mismo año). No habrá elecciones municipales y los principales ayuntamientos los decidirá la administración sobre la marcha y según sea necesario, intentando no perjudicar ni favorecer a nadie de modo gratuito.
Las elecciones europeas, aunque no tendrán mucho efecto sobre el simulador, pueden celebrarse dependiendo de lo que decidan los jugadores. Tal vez como confirmación de tendencias en sondeos y valoraciones.
¿Cómo serán las elecciones?
Antes de las elecciones se cerrarán los parlamentos implicados y la administración sacará unos sondeos fiables de acuerdo con:
1. El trabajo parlamentario (será un 40% de esta valoración anterior a la campaña)
Dentro del trabajo parlamentario entra:
a) La participación constante en el parlamento. Recordamos que en modo "pausa" no se sumará por esto pero tampoco se restará durante el periodo en que se esté pausado. Los partidos que no debatan, restarán, y cuanta mayor sea su representación, más restarán.
b) La presentación de propuestas. Lógicamente tiene más mérito elaborar una PL o una PNL (más la primera, normalmente) y defenderla, que sólo debatir sobre ella. Pero -¡ojo!- eso es así sólo en igualdad de calidad en el debate. Puede ocurrir que otro partido sume más puntos que el ponente si lo hace mejor.
c) El debate. Es lo más puntuado. Quien sepa debatir, argumentar, desmontar las opiniones del contrario o -por qué no- aceptar algunas enmiendas o mejorar las propuestas del rival, puede conseguir mucha valoración.
d) La coherencia ideológica. Esto es fundamental: hay que saber defender el programa electoral y las bases ideológicas del partido al que representamos. Poco importa perder una votación si nuestros electores sienten que han sido bien representados, y de poco vale ganarla si lo hacemos a costa de ceder en nuestros principios.
e) Este último punto está reservado al presidente del parlamento. Su labor es absolutamente imprescindible: si lo hace bien, su partido saldrá notablemente beneficiado. Si lo hace mal, muy perjudicado. Es preferible ser honesto con la capacidad de uno mismo y, si no se va a poder atender bien, decirlo y dejar esa responsabilidad a otra persona.
2. El trabajo extraparlamentario (20%).
a) Aquí entran todos los actos desarrollados por el partido desde las últimas elecciones (hayan sido cuales hayan sido éstas) y los debates extraparlamentarios. Cada acto, cada intervención en La Calle es un arma de doble filo: puede salirnos bien y darnos puntos, o mal y quitárnoslos. La educación y el respeto, la dialéctica, la conveniencia y originalidad pueden ser factores decisivos.
b) Las reacciones del pueblo ante dichos actos también sumará o restará. Es importante publicitar los logros propios y los errores ajenos, y para eso lo mejor es que nuestro medio de comunicación tenga mucho público.
3. Los resultados anteriores (20%).
En este apartado es donde se puede conservar el realismo: PSOE y PP parten con ventaja por los resultados actuales, pero una mala legislatura los puede igualar con partidos minoritarios. No se podrá vivir de las rentas aunque sí será posible mantenerlas.
4. La valoración de los cabezas de lista (10%).
Aquí es donde entra en juego la estrategia de los partidos y las valoraciones individuales. Es muy importante saber a quién se pone al frente de la candidatura. Un político novato o mal valorado no dará puntos en este apartado. Los políticos "consagrados", sí.
5. Trabajo en el gobierno (10%).
De nuevo nos encontramos con el doble filo: aunque sólo los partidos gobernantes puede aspirar a conseguir puntos en este apartado, también son los únicos que los pueden restar. En general un gobierno activo y que haya conseguido cumplir buena parte de su programa electoral, sumará. Un gobierno inactivo, con ministerios (o consejerías) sin trabajo, restará.
El trabajo del gobierno se dividirá entre los partidos que lo compongan, de acuerdo con las responsabilidades y el trabajo de cada uno. Puede darse el caso de que un partido sume el máximo del 10% y otro reste.
La campaña
Una vez sacados esos sondeos, la campaña puede mejorar las puntuaciones o empeorarlas. La campaña valdrá entre 0 y 2 puntos, que será por lo que se multiplique toda la puntuación acumulada. Una campaña normal valdrá un punto, con lo que el partido se mantendrá con lo que aparecía en los sondeos pero -¡muy importante!- dependerá también de lo que hagan sus rivales.
Sin programa electoral, sin candidatura o sin campaña electoral no se conseguirá ni un solo voto.
En la campaña no habrá límite de actos, como en la realidad, ni tampoco número fijo de carteles, mítines, vídeos o lo que sea. La administración fijará una serie de objetivos secretos que permitirán completar una campaña electoral buena. Esos objetivos son los que cualquiera puede imaginar usando un poco el sentido común, y cuyas claves se irán dando a través de las valoraciones, elección tras elección.