Ignacio Odriozola
Señores diputados en estos momentos de crisis parece evidente que es necesario un proyecto de austeridad. Este gobierno está decidido a imponer una política de control del gasto público, para ello es preciso dar ejemplo desde las instituciones. No podemos trasladar el mensaje a la sociedad de que son ellos los que deben pagar las consecuencias de esta crisis, la dualidad entre una elite dirigente en muchos casos corrupta y en casi todos los casos acomodada frente a una masa ciudadana aplicada es insufrible.
La distancia en opinión pública entre ambos sectores se había agigantado, porque nosotros, señores diputados, habíamos dejado de ser ciudadanos para ser dirigentes y en democracia esto es algo inasumible.
Por ello ante la evidente necesidad de control del gasto público debido al deficit galopante que el psoe presupuesto para este año superior a los 75 mil millones de euros este gobierno se encuentra en la necesidad de un control del gasto público y una reducción de los gastos del estado de forma significativa.
En la hoja de ruta de este gobierno está el intento de reducir cuando menos en 25 mil millones de euros el deficit de este año y consideramos que los primeros que debemo dar ejemplo en los recortes somos los políticos y las instituciones. No podemos solicitar a nuestros ciudadanos esfuerzos, cuando nosotros gozamos de una posición de injustificado privilegio.
Así pues este gobierno ha realizado diversas gestiones para reducir el gasto en financiación y subvenciones. El primero en poner su grano de arena fue su majestad el rey en fechas recientes renunciando a un 25% de la dotación de la casa real. Igualmente me consta la voluntad de los sindicatos de aceptar una necesaria rebaja de sus subvenciones durante este año y en este sentido el gobierno plantea el fin de la subvención de los partidos políticos.
Es un planteamiento que auna la imperiosa necesidad de ejemplo con el convencimiento de que esta es una medida que sanea la democracia. No puede ser que el estado sostenga los partidos y sindicatos. Estos deben autofinanciarse a través de las donaciones y de sus afiliados.
No obstante al igual que ya sucede con la Santa Iglesia Católica el gobierno legislará para que por ley las diversas asociaciones y entes sociales puedan recibir ingresos en el futuro presupuesto a través de una casilla específica de la declaración de la renta.
Entre tanto estimados colegas, creo que es de urgencia perentoria dar por finalizado el tiempo en el que los partidos chupaban del estado para fines oscuros e indeterminados. Los ciudadanos no tienen la obligación de mantener a las superestructuras, estás deben ser autosuficientes o adaptar sus gastos a sus ingresos. La situación de preeminencia social y económica de muchos partidos es una situación irreal, mantenida de forma ficticia con el dinero de todos, que ahora a diferencia del gobierno anterior no es que no sea de nadie, sino que es de todos.
Por ello os presento esta propuesta básica de regeneración democrática para la que esperamos contar con el unánime apoyo de esta cámara, que tan importante sería para el vigilante seguimiento de la ciudadanía del esfuerzo político en la superación de esta crisis.
Muchas gracias.